Nosotros no influimos en el inicio de nuestra Vida , por que estamos a merced de nuestra familia ( Padre, Madre o Tutores) , que son los que nos cuidarán y protegerán durante la etapa de nuestro desarrollo infantil y juvenil, y de los que aprenderemos las bases y valores de nuestra Vida.
Con el paso y experiencia de cada etapa, y lo que representa para nosotros, llegaremos a la Edad Adulta y luego al formar una familia, en cada etapa de desarrollo de nuestros hijos, se advértirán de nuevo nuestras propias necesidades no satisfechas de desarrollo infantil.
Recuperar y sanar a nuestra niña interior, implica retroceder a ciertas etapas de desarrollo y concluir los asuntos pendientes.
La infancia consta de cuatro etapas de desarrollo. La resolución de cada etapa crea una nueva crisis. Una infancia saludable se basa en cuatro fuerzas básicas de ego : esperanza, fuerza de voluntad, propósito y competencia.
La esperanza es resultado de que el niño experimente una confianza definida en sus padres o tutores.
La fuerza de voluntad surge cuando el niño, en su lucha por separarse y nacer psicologicamente, adquiere una sensación de autonomía que sobrepasa su verguenza y sus dudas.
El propósito surge cuando el sentido de iniciativa del pequeño es más grande que el de culpabilidad. Y la competencia resulta de que el niño en edad escolar desarrolle un mayor sentido de diligencia que de inferioridad.
Cuando estas fuerzas del Ego estan presentes, disponemos de cuatro poderes básicos : el poder de Ser, el poder de hacer, el de identidad, y el de poseer habilidades básicas de supervivencia.
Los mismos poderes y fuerzas que uno necesitó para desarrollarse durante la infancia deberán ser reforzados en las próximas étapas de la Vida.
Ségún algunos psicólogos, éstas necesidades básicas de la infancia necesitan reciclarse cada trece años. Cada etapa de la infancia será reciclada en nuestra busqueda por la intimidad. Pasaremos de una dependencia sin limites ( etapa de enamoramiento) a la contradependencia ( etapa de lucha por el poder mientras resolvemos nuestras diferencias), luego a la independencia (etapa de la autorealización), y después a la interdependencia ( etapa de cooperación y sociedad). Estas etapas son semejantes a las de nuestra infancia. Asi, gran parte del éxito o fracaso de nuestras relaciones depende de lo realizado en las etapas de nuestra niñez. Cada etapa se basa en la precedente, pero los cimientos se construyeron en la infancia.
Cada vez que tenemos una nueva experiencia, que de alguna manera, es similar al trauma original, nuestros sentimientos adquieren una intensidad desproporcionada con respecto a lo que realmente sucede.
Por eso, es tan dificil, que un Adulto proveniente de una Familia en Conflicto o con problemas, se convierta en un Padre o Madre Amoroso, Responsable y el más adecuado como modelo a seguir, si antes no ha sanado los patrones negativos y conflictivos de su infancia.
El conflicto entre padres e hijos alcanza con frecuencia su culminación durante la adolescencia de los hijos, que es una étapa dificil en el ciclo de la Vida. Tambien una pena o un trauma en la Edad Adulta puede resurgir con una etapa conflictiva de desarrollo infantil. Asimismo, la muerte de un amigo, de un ser querido o del Padre o Madre, hace resurgir nuestros problemas no sanados de la Infancia.
En resumen, las etapas de nuestra Infancia proporcionan los cimientos de nuestra Vida como Adultos.
Las personas que se desarrollaron en familias disfuncionales carecen de los Cimientos para crear una Vida Feliz.
Si la persona en cuestión desea cambiar esos Patrones dañinos, debe empezar por recuperar su infancia, y aunque signifique volver a recordar situaciones traumáticas, es necesario para sanar el Niño o Niña herida. El rescate del dolor requiere que volvamos a experimentar nuestra niñez, que sintamos lo que no pudimos sentir cuando perdimos a nuestros padres, o simplemente descubrir e integrar nuestro sentido de identidad.
Si te decides a explorar experiencias dolorosas de tu niñez, has de saber que el niño herido que habita en tu interior esta en el centro de tus adicciones, y no conoce limites.
Si buscas el alcohol, las drogas, el sexo, el juego, el trabajo, o las emociones de alto riesgo, probablemente llevas un niño herido en tu interior, y esa es tu forma de huir de tu dolor.
La adicción altera el dolor del niño interior espiritualmente herido. Uno queda dolorosamente degradado ante sus propios ojos, y se convierte en objeto de desprecio para si mismo. Cuando una persona cree que ya no puede ser, pierde el contacto consigo misma. La atenuación de nuestro dolor se logra a través de la defensa del ego, recurso que utilizamos cuando la realidad se vuelve intolerable. La defensa del ego puede adquirir diversas formas : la negación ( "...esto no esta ocurriendo realmente..."), la represión (....nunca sucedió!....), la disociación (...no recuerdo lo que sucedió!...), la proyección ( ...te ocurre a ti, a mi no!...), la minimización (...sucedió, pero no tiene importancia!...), la conversión.
Basicamente a través de la defensa de nuestro Ego, nos distraemos del dolor que sentimos.
Cuando experimentamos emociones, entramos en contacto directo con nuestra realidad física. Debido a que nuestras emociones son una forma de energia, son físicas, se expresan en el organismo antes de que nos percatemos de que estan ahi. A medida que nos desarrollamos, las emociones se convierten en el medio para pensar, actuar y tomar decisiones. Las emociones son nuestros motivadores biológicos innatos. Las emociones intensifican y amplifican nuestra vida. Sin emociones, nada importa realmente, con emoción cualquier cosa es trascendente. Las emociones que no han sido expresadas forman parte del dolor original. Poder expresar las emociones reprimidas, lleva a la liberación y a la sanación de los patrones mentales que condujeron a ese Niño a convertirse en un Adulto Herido o Traumatizado.
Segun la teoría de algunos psicólogos, los cinco motivadores principales son : el interes, el goce, la sorpresa, el miedo, y la ira.
"Los problemas no pueden ser resueltos con palabras, sino unicamente a través de la experiencia, no sólo la experiencia correctiva, sino mediante el alivio de los temores originales (tristeza, ira)".... Alice Miller.
"La neurosis es siempre un sustituto del sufrimiento legitimo".... C.G.Jung.
Texto procedente de mis propias reflexiones y tambien a través del libro de (John Bradshaw "Nuestro niño Interior").
A través de los cursos y talleres "Danza en Trance con la Vida"y "Entre el cielo y la Tierra".... se pretende ahondar en esos patrones disfuncionales, para sanar esa parte de nosotros que necesita ser transmutada, de cara a la liberación y al encuentro de nuestro Verdadero Ser.
Si estas interesada, ponte en contacto conmigo.
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